Tras cuatro maravillosos días en Cantabria, la vuelta a la rutina supone un retorno también a las comidas sanas y austeras, pero como se suele decir "qué me quiten lo bailao". Y es que he bailao mucho gastronómicamente hablando estos días. Algo para resaltar los pinchos del pasado lunes, además de la compañía, que siempre ayuda, cabe mencionar las direcciones, por si os apetece daros una vuelta por Santander.
- El diluvio en General Mola, 14
- El mercado del Este en Hernán Cortés, 4
- La Barbería también en Hernán Cortés, 14
- Casa Lita en el Paseo Pereda, 37
Después de comer , merece la pena tomarse un mojito artesano en el Rubicón, en la calle del Sol 4, no tienen nada que ver con los que se pueden beber en otros sitios, pues son impresionantes.
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